lunes, 21 de marzo de 2016

TUS HIJOS

Tus hijos no son tus hijos,
son hijos e hijas de la vida,
deseosa de sí misma.
No vienen de ti, sino a través de ti
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar,
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos
semejantes a ti.
Porque la vida no retrocede
ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual tus hijos,
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación,
en tu mano de arquero,
sea para la felicidad.
Gibran Kahlil Gibran.

EL PROFETA
ALGUNAS CLAVES PARA HABLAR SEXUALIDAD CON NUESTROS HIJ@S

Una atmósfera positiva hacia la sexualidad y hacia todo lo que la rodea. Si creemos que la sexualidad es positiva debemos procurar transmitirlo, aunque en ocasiones seamos críticos o críticas con algunas situaciones. Razonemos, por tanto, nuestras críticas y comentemos también lo bonito que nos parece, por ejemplo, ver a dos personas mayores en actitud cariñosa en la calle.

   Sinceridad. Es su ciente contar aquello que sabemos (para lo que no sabemos podremos buscar con ellos y ellas otras fuentes de información), pero diciendo la verdad. ¿No es lo que esperamos por su parte?

   Respetar la intimidad. Los chicos y chicas adolescentes necesitan sus espacios de intimidad, del mismo modo que necesitan tener sus secretos u otros interlocutores, además de la familia, para hablar de estos y de otros temas. Es importante que los respetemos, así como que entendamos que, aunque no nos busquen ya para todo, no hemos dejado de importarles y siguen necesitando nuestra opinión y nuestros criterios.

   Hablar de nosotros, de nosotras y de nuestra sexualidad. Hablar de sexualidad en primera persona signica aceptar primero nuestra propia sexualidad, así como mostrar disposición a hablar de estos temas, a compartir las dudas e inquietides, tanto las suyas como las nuestras. Por supuesto que tenemos derecho a no contar. Nuestra intimidad es también importante. Pero que conozcan nuestras propias experiencias, nuestras dudas y miedos, abrirá el camino para que nos cuenten las suyas, podrán servirles para su aprendizaje e, incluso, les proporcionarán alivio: ¡alguna vez sentimos cosas parecidas!

   Intercambio de ideas. Con el diálogo y el intercambio de experiencias aprendemos a obtener una imagen más clara de nosotras mismas y nosotros mismos, de las demás personas y del propio mundo en el que vivimos. De esta forma, las y los adolescentes tendrán más capacidad para tomar decisiones de forma reflexiva y responsable.

   Imponer no es educar. En las familias hay que establecer normas y éstas, a veces, pueden generar desacuerdos. Las normas han de ser razonadas y razonables han de permitir espacios de autonomía. Es importante explicarlas y llegar a un acuerdo, diferenciando aquellos aspectos que pueden ser más negociables la forma de vestir, las actividades de su tiempo libre, la decoración de su cuartoy aquellos que menos los estudios, las responsabilidades domésticas. Por otro lado, podemos poner normas, pero nunca imponer valores, pues estos sólo pueden salir de cada una y cada uno. Podemos proponerlos y, por supuesto, explicarlos, pero también aceptar que no siempre estarán de acuerdo con nosotros y nosotras.

   Mostrar atención, interés, mostrar que te importa. Hay que saber escuchar y tener buena disposición, poner la misma atención que esperamos recibir de parte de las y los adolescentes.

   Compartir dudas sin transmitir prejuicios. Nuestra experiencia puede ser de gran ayuda para las chicas y chicos, pero debemos refxionar cuidadosamente sobre si, a veces, no estaremos proyectando nuestras propias carencias por la education sexual que hemos recibido. Compartir y reconocerles que, como personas adultas, también tenemos dudas y incertidumbres puede suponer una contribución importante a su proceso de autoconocimiento. Explicarles cómo superamos los errores y cómo construimos a partir de ellos puede suponer un gran aprendizaje.

   Hablarles de lo que necesitan. Por ejemplo, a muchos chicos y a muchas chicas tal vez a nosotras y nosotrosles hubiera gustado que les hubieran hablado de que todos los cuerpos maduran, aunque haya distintos ritmos; de que los cambios no son sólo la llegada de la menstruación, que también forman parte de estos los granos, las caderas o los hombros que se ensanchan, los cambios en la voz, el crecimiento del vello, etc.; y las nuevas emociones y deseos. Por supuesto, habrá que atender a la singularidad de cada persona, porque precisamente eso es lo que nos hace especiales y únicos o únicas.

   Hablarles cuando lo necesitan. Hablar de los cambios cuando estos han sucedido o únicamente una vez ayuda poco. Lo mejor es hablar antes e ir acompañando en el proceso, intentando comprender sus dudas, sus preocupaciones, sin ridiculizarlas ni minimizarlas.


Hablarles de lo importante. Y no sólo son importantes los cambios en los cuerpos, aunque han de saber que estos estarán preparados para el placer y el afecto.
EDUCAR EN CORESPONSABILIDAD


Educar en igualdad a niños y niñas, potenciando sus valores y capacidades sin tener en cuenta estereotipos sexistas.

   Enseñar que en casa no se ayuda, se colabora, porque es un trabajo de todos los miembros de la familia.

   Hacer ver que siendo todas las personas responsables de las tareas domésticas, tendre- mos más tiempo libre para compartir.

   Es conveniente hacer el reparto de tareas teniendo en cuenta los tiempos y las respon- sabilidades de cada persona. ¿Qué es lo más equitativo teniendo en cuenta la diversidad de situaciones? Que cada persona colabore de manera proporcional al tiempo del que disponga. Lo importante es que todas las personas asuman parte de la responsabilidad y tengan tiempo de descanso.

   Aprender a delegar. Todas las personas pueden hacer cualquier cosa, aunque requiera un tiempo aprender a hacerla bien.

   Pactar un reparto igualitario de las tareas según gustos, habilidades y horarios de todos y todas.

   ¿Qué hacer si alguna persona no hace lo pactado? La solución no es lo hago yo, qué más da, sino volver al pacto y al diálogo.


.Qué beneficios tiene educar a las niñas y niños en la corresponsabilidad?

Su sentido de la responsabilidad aumenta si tienen pequeñas tareas a su cargo.

Al no darles todo hecho estamos contribuyendo a que maduren y a que tengan más
autonomía.

   Ver que en casa se les confían trabajos que contribuyen al bienestar de toda la familia puede ser muy gratificante , incluso aunque suponga un esfuerzo.

   Adquirir cierto compromiso con los trabajos del hogar cuando aún son menores les ayu- dará más tarde a incorporarse a una sociedad en la que hay que trabajar, tanto fuera como dentro del hogar.

   Al aportar su granito de arena comprenden mejor el esfuerzo y la importancia del trabajo de las demás personas.


En el hogar se pueden aprender muy bien las ventajas de colaborar y cooperar. Trabajan- do toda la familia como un equipo las cosas salen mejor y se terminan antes.

Hola familias, ya estamos casi terminando, y me gustaría agradeceros a todos vuestra participación, vuestra contribucioón a los espacios compartiendo experiencias, anécdotas, bibliografía... estoy aprendiendo mucho con vosotros. Gracias a TOD@S !!!

martes, 9 de febrero de 2016

EDUCAR PARA EL OCIO

Educar para el ocio es un tema que ya en muchos Centro hemos tratado...

Con él, el objetivo que perseguimos es "conceptualizar, reconocer y valorar el ocio en nuestra vida":

  • El ocio exige, antes que nada, un tiempo que no esté ocupado  por el trabajo, la escuela u otro tipo de tarea obligatoria. Un tiempo que queda a disposicion de la persona, porque disponer de tiempo no es suficiente condicion para hablar de ocio, lo importante es la "vivencia subjetiva" de ese tiempo. El ocio implica vivir con libertad el tiempo libre. 
  • Casi siempre se materializa en actividades concretas: relacionadas con la actividad física, con las manualidades, actividades culturales, sociales, colectivas  y lúdicas.
  • El ocio educativo supone trabajar de modo explícito, el disfrute y el desarrollo personal, siempre partiendo de la eleccion personal con atividades en las que esté presente una dimension lúdica, cognoscitiva, ética o social. 
El ocio es un instrumento para dar sentido a nuestra vida, una oportunidad para el ejercicio de la libertad y la iniciativa, para la creatividad y desarrollo personal. 

jueves, 17 de diciembre de 2015


Los mensajes YO

Son un tipo de comunicación positiva, cuya finalidad es pedir un cambio de conducta pero sin utilizar la critica, ni opiniones personales ni etiquetas... 
facilitan la comunicación y la convivencia. 

Se compone de tres momentos:

1. Se describe la conducta que nos interfiere (molesta, entristece..), de forma precisa. En forma de "hechos" (evitando las opiniones).

2. Se expresa el sentimiento que nos provoca dicha conducta.

3. Se explican las consecuencias que para nosotr@s tienen esa conducta, y si es necesario haremos una petición de cambio.

ejemplo: "...cuando te estoy contando algo que es importante para mí y no me prestas atención, me siento triste y se me quitan las ganas de volver a compartir contigo lo que me pasa.."

Si nos acostumbramos a comunicarnos de esta manera, evitamos conflictos, malos entendidos, hablar mas de la cuenta...y la persona a la que va dirigido, tendrá mas apertura de escucha, dándose así una mejor comunicación. 
Si lo practicamos con nuestros hijos se acostumbrarán ellos también a hacerlo.

PRUÉBATE

martes, 15 de diciembre de 2015

Os facilito la bibliográfica de los libros que os recomendé:

- "Cómo hablar para que sus hijos le escuchen y como escuchar para que sus hijos le hablen" Adele Faber; Elain Mazlish. Ed. Medici. 1997.

- "Educacion emocional desde la familia". Fátima Parra. CEAPA. 2008

-"Habilidades de comunicacion familiar". VVAA.CEAPA. 2008